Vueltas de nuevo, no es posible,
torpe incauta,
que siempre se deja huella y vuelves
que siempre se deja huella y vuelves
sin volver, de nuevo, aunque no quieras,
a tropezar con él.
Vuelve a mojarnos, lluvia,
que ya estoy seca,
y no quiero ver mis antiguas huellas
bajo el charco, a oscuras,
si no me ve.
En serio te digo que en la brevedad encuentras una magia indómita.
ResponderEliminarEs como si los impacientes trazos describieran una historia que nos cautivó hace tiempo.
Tal vez porque encuentras hilos de conversaciones que nos envuelven sin saberlo.
Un abrazo
Begoña, todos tus versos me retienen al leerte, como si fuesen veleros anclados en un mar de profundidades y sentimientos.
ResponderEliminarEs un auténtico placer visitarte y sumergirse en tus poemas.
¡¡Gracias!!
Buenos días, Alejandro!
ResponderEliminarÉsta sí es actual, haciendo un poco de juego con las palabras, como el de hoy:-).
Jejeje, hilos envolventes, ya me estás inspirando otra creación. Ayer fui a ver el seto mortuorio, hoy he dejado foto. Tras la lluvia, siguen allí aunque escondidas y creo que algunas telarañas han desaparecido, pero han surgido nuevas, fotografié una telaraña perfecta y de reciente hilatura, luego la dejaré por aquí.
Tus comentarios animan. Besos.
Buenos días, Mistral.
ResponderEliminarQué comentario más bonito me dejas..para mí también es un placer que paséis por aquí y me dejéis comentarios, animan.
Besos!.