Amalia, tu oído es exquisito. Esta melodía me lo corrobora: sin tonos para agradecértela.
Gracias:D.
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Aún tengo sueños dormidos
bajo la red abandonada.
Arraigos al vaivén de la deriva
se mecen en la quietud
del silencio sobre la orilla.
Impetuosas alas corren por tus ojos
como luces de bohemia
de un esplendor de sentimientos hundidos.
Recuerdos de margaritas
muertas de amor en tu arco iris,
la voz de un instrumento
que caló sus notas en mis raíces,
una vida de emociones surcando mis venas
una tez verde exultante
saltando por las palmeras
llena de alegría y canto.
Todo y nada, un sueño de amor.
La indiferencia
aparcó su rumbo de fantasía en la arena.
Sueño, realidad, fantasía, deseo...
ResponderEliminarPuede ser todo o nada.
¡La foto es bellísima!
Un atardecer tranquilo con un mar en calma,permite navegar por los recuerdos y sueños sentada en la orilla y ver como el velero desaparece con ellos y nos devuelve a la realidad.
Bss y feliz semana
Katy, tú y Amalia. Maravilloso horizonte.
ResponderEliminarA veces pienso que el espíritu muere en este mundo que nos toca afrontar de economía consumista y apariencia.
Me encanta encontraros siempre, encontrarte aquí en esta barca con la red puesta que observa esa gran barca pasar por su objetivo, y sentirse plena de ver cómo otra barca supera esa quietud que a ella la envuelve.
Besos.