Amalia Llorente
Bona nit amb aquesta meravellosa música per a "Candor en tu mirada".
Joshua Bell - Rachmaninoff - Vocalise
http://www.youtube.com/watch?v=1wTEylWQfcM&feature=share
El fragor de la vida
redimido al recuerdo de la memoria
cuando ésta ocupa nuestro instante
y libera su silencio.
Palabras que son agua
para la sed del sentimiento vivido
que, en su bargueño,
espera ser devuelto al instante presente.
El candor del ayer
afecto en la emoción del ahora
prende en tu mirada
su alimento a pecho descubierto.
Preciós, Begoña.
ResponderEliminar"...agua para la sed del sentimiento vivido..."
moltes gràcies, Amàlia. M'ho va inspirar el blog de Antonio Porpetta. Un gran poeta reconegut que dedica la seva obra a la veu del poble, i regala els seus versos a tothom. Encara no em puc creure tanta generositat en aquests temps materials que ens ha tocat viure.
ResponderEliminarEm donéu vida, Amàlia. Et trobava a faltar. Petons.
Gracias por tu comentario, Begoña. Me ha encantado que hayas incorporado "nuestra" palabra a tu acervo poético.
ResponderEliminarY gracias también a tus generosas palabras en tu respuesta a Amalia Llorente. Eres estupenda.
Un beso desde Madrid.
Antonio, el gusto es nuestro de tenerte aquí. No sólo inspiras a escribir por todo el sentimiento magistralmente plasmado que expresas, sino también por hacer uso de nuestro idioma más allá de lo que la mayoría de nosotros usamos y conocemos. Siempre se está a tiempo de aprender y enriquecer nuestro vocabulario con palabras de nuestro idioma, y tú con su uso e incorporación en tus versos ayudas a gente como yo a incorporarlos en nuestra comunicación.
ResponderEliminarUn beso desde Bétulo (Badalona):-).
Realmente has creado un poema muy bello, brillante. Tal vez es especialmente sintético y abstracto, algo así como esencia de perfume.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Ale.
ResponderEliminarMe salieron al leer los poemas que Antonio Porpetta tiene ahora expuestos en su página principal.
Es una vuelta al tiempo de los recuerdos al presente porque ellos forman parte de nosotros, de nuestra conciencia en la vida. En parte me recuerda también lo importantes que son, no para vivir en ellos, sino para aceptarlos, porque todos los que tenemos memoria no nos podemos hacer una idea de lo triste que debe ser no tenerlos, no tener una identidad. Ojalá mi madre pudiese ser consciente de ellos.
Besos.