No hay sonidos dentro del tronco,
las plumas besando las ramas
son tiempos de otros.
En nosotros, el plural
lanza sus manos al suelo
y descubre sus callos
ocultos entre ramas
ocultos entre ramas
deshojadas por la zozobra perdida
de antiguos zarandeos de cotorras.
Los picos ya no perforan sus cavernas
para cubrirse del frío.
Cubierta de hojas sin vuelo
guardo mi aliento poético
bajo tus letras dormidas.
Ilusiones y sueños antiguos siempre dan paso a nuevas inquietudes. Quedan as huellas de un pasado que no necesariamente han sido mejore ni peores. Forman parte de nuestro libro de vida
ResponderEliminar"Cubierta de hojas sin vuelo
guardo mi aliento poético
bajo tus letras dormidas".
Otras letras vendrán cuando despiertes.
Bss
Nada es tan bonito, ni en sueños. El libro se escribe en cada instante; ahora la hoja alza vuelo, después vuelve a caer por inercia. Así se posa en rama o en el suelo. Estas letras nacen de sus hojas, y allí reposan cuando la musa no sopla. Allí hasta el ahora que es luego.
ResponderEliminarLetras que vienen y en venir aflojan o sueltan sus anclas según les rota.
Besos, Katy.