Sin preámbulos,
aunque el desenlace no fue el deseado,
me quedo con la introducción
y el nudo.
Fue una liberación
fumarme un piti,
beber en buena compañía
lo que me gusta,
y sentirme libre.
Tu maridaje por las curvas del asfalto
es maravilloso;
el limón y el azúcar mezclados
equilibran ambos polos.
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