Amalia Llorente (@llorentea):
-"Puedo ser sincero?
sigo sin tiempo para variar.
Cosas del espacio tiempo supongo.
Tengo al sol esperando mi mano
para darme un baño
de luz en mis hojas.
Para estar contigo, sombra,
ya tendré tiempo
después." Contestó.
-"bloquéalo", me dijo.
-"En la ingravidez
del aire las palabras
son libres
así como consistentes
de inconsistencia,
penden sueltas en la nube.
No se puede atrapar
lo que atrapa sin cuerpo."
-"déjalo atrás".
Y la flor se precipitó al suelo
de un ataque de insolación,
iluminada sin sombras.
"Nunca tenía tiempo...para mí. Nunca.
Y llegó la eternidad con la serenidad del infinito
a quien dedicar el vacío."
Eso pasa por no calibrar el tiempo, y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde.
ResponderEliminarNunca tenemos tiempo, la prisa es compañera de camino. Bss
hola Katy.
ResponderEliminarMe salió una cosa extraña, un experimento de diálogo a tres bandas. Todos los excesos de cualquier índole pasan factura:P.
Besos.
¡Ay el tiempo, el tiempo...!
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Begoña. Y de acuerdo: quédate con las manos, si te empeñas...
Un beso.
Sin duda no me quedo con mis manos, si no con las suyas cuando tocan las emociones de mi imaginación, Antonio. Y su poesía lo hace sobradamente bien, aunque siempre que leo algo que me motiva pienso más en la persona que hay detrás que en la propia creación.
EliminarGracias por tu paso por esta casa, tuya, nuestra. Un abrazo.