Pinchas Zukerman - Schumann Intermezzo
Amalia Llorente: Para "Ventana tapiada" en Meditaciones y Sentimientos
Desde este rincón de la costa,
el rumor del mar
se cuela por las ruinas de Roma.
Por las calles, las aves
juegan al escondite
con pandas de gatos nómadas.
Es la tarde en los muros del circo.
Una paloma perdida
salta de unas verjas de hierro.
Así, como los muros entre las rejas
grita este murmullo invisible,
callado y prisionero,
emparedado en la piedra cotidiana.
Y es que tus ojos
son la ventana tapiada
que me sepulta en tu indiferencia,
y mis palabras,
las que como ave mensajera
se escapan y te nombran.
Begoña,
ResponderEliminarBellísimo... y particularmente estas pocas palabras "...grita ese murmullo invisible,callado y prisionero..." Muchas gracias por escribir así.
Buenas tardes, Amalia!
ResponderEliminarEsta creación surgió de las múltiples vistas que Tarragona me ofreció al pasear por sus calles, llenas de ruinas romanas en contraste con la vida cotidiana actual (nunca imaginé que el casco histórico sería tan interesante....).
Y el paisaje exterior vistió el interior, como habitualmente me sucede cuando escribo.
Los sonidos que no se pronuncian, encarcelados pero vivos, gritan a golpes de silencio, imperceptibles aunque presentes, como los sentimientos hechos pensamiento, tan misteriosos como notorios en nuestra mente, liberados bajo las piedras y las tapias, encerrados tras el cemento como si éste pudiese impedir su existencia. Por eso, cuando, alguna vez, se escapan entre palabras, no tienen cárcel que las retenga.
Gracias a ti por buscar, libremente, voz a mis palabras. Y para ésta en concreto, nada mejor que un violín en las manos de Zukerman.
Besos!.
"Una paloma perdida
ResponderEliminarsalta de unas verjas de hierro"
Las verjas son de quien las pone, las palomas seguirén volando...
Coincido con Amalia. ¡Precioso!
Un abrazo :)
Bon dia, Isabel!.
ResponderEliminarLas verjas son de quien las pone, pero forman parte de la estructura del que las sostiene. A las palomas les gusta colgarse de ellas, tienen más huecos a los que asirse para, luego, despegar. Quizá les facilite una mayor libertad de salto de vuelo, paradojas de la vida:D. Como los sentimientos que escapan de su emparedado interior: no hay muros ni espacios tapiados que las contengan.
A mí también me gusta mucho. Besos.