Rastrojos Salvajes

Begoña Gamonal

Quizá, lo único que me queda, es ese jardín a punto de ser finiquitado, salvaje, de cuya herida sangrante surgen rastrojos y alguna que otra flor exuberante, rebelde, resistiendo la embestida terminal.
 

Begoña Gamonal

Consagración

Hundo el cáliz en mis labios,

en mis manos, manchadas de adobe.

En el poso,

ardientes aljófares de alquitrán

investigan la almadía

y bendicen los azotes

en la algaida de Oriente.

Libemos.

Begoña Gamonal

 

 

Flores Emocionales

Begoña Gamonal

Lágrimas torrenciales regaron los terrenos agrestes que más tarde acabaron inundados de flores emocionales.

Begoña Gamonal

Pétalos de amor.

 Plantas cuya clorofila son lágrimas que estallan en pétalos de colores.

 
 

Begoña Gamonal

Flores de miel.

Y son los poros flores de miel listas para ser polinizadas por la ternura del viento.

 

Begoña Gamonal

De esa flor salvaje.

De esos sueños que arrastran al delirio del deseo, del afán por ser amorosamente fagocitada, neurológicamente conquistada, vencida.

Begoña Gamonal

Esperándote

La espera es una lanza que atraviesa el tiempo sin retorno.

Begoña Gamonal

A la intemperie

Igual que las hojas de los árboles en invierno,

desapareces.

Mis letras, debilitadas,

penden de sus extremidades desnudas,

a la intemperie.

Begoña Gamonal

Al amor

Al amor, cuando duele, hay que callarlo.

Hay que dejarlo languidecer con sus reconcomios oscilantes,

sus porqués y sus lágrimas convalecientes,

porque del amor sabes cuándo entra,

pero nunca cuando sale.

Begoña Gamonal

Corazonada

Begoña Gamonal

Ahorrarse el dolor de la espera

de hablar con la boca cerrada

cansada de clamar a la nada

de sufrir con la mente inquieta

de sentir, con la certeza

de no cruzarme con tu mirada 

co razonada.

Mar rota - Nocturno

Allí donde despiertas, orilla,
lames la arena en mil espumas,

te arrodillas,
y desplegas la angustia que,

rota en mis pedazos

agoniza en burbujas.

Allí donde esta furia perece divinamente oleando.

 

 

Begoña Gamonal

A cuestas

Llevas tu carga,

lomos sobre mi lomo

de cara al frente.

Peso que no aligera

ni nadie te descarga.

Begoña Gamonal

 

 

 

Tu rincón

Existe un rincón donde no hablas, miras pero no te dejas ver, escuchas pero no te dejas oír: ese rincón que habitas del que no quieres salir, yo no te puedo forzar. Como un eclipse de sol, te oculta su sombra.

Háblame, soy tu luna solar.

Begoña Gamonal

Sin tí

Dicen que la rama se astilló cuando partiste del nido. Y no fue la única parte, las raíces se pudrieron de lágrimas por tu ausencia, y el árbol se pobló de termitas que acabaron deglutiendo nuestra guarida.


Yo la verdad, no lo sé. Sin fuerzas, perdida en el horizonte, me dejé deslizar por el viento hacia sus entrañas antes de partir para siempre.

A punto de saltar- Begoña Gamonal

Pajarillo

Pajarillo,

no temas por descolgarte del árbol desplumado,

sé que da miedo alumbrar el horizonte sin motores,

aún no caerás, salvo que tú quieras quebrarte:

todavía quedan muchas ramas en el camino.

Pero acuérdate de mí si en tu frontera,

claudico sin aliento fuera del nido.

 
 

Begoña Gamonal

Templanza marítima

He pedido tantas veces seas agua clara y no turbia y aparezcas para aclararme el rumbo de la ola donde romper con tantas huidas bajo tierra, que opto por campar mar abierto a mis anchas al capricho del viento con mi única bandera como timón.
 

Begoña Gamonal

Kissa

Rosa Piqueras- Kissa

Ojos chocolate

mirada interrogante

cara de miel

pose avispada

cuerpo trepador.

Esta que ves soy yo.

 

Campos de oro.



Foto: Goyo González



 Te hago la propuesta de caminar por los campos de oro. Dejaremos la urticaria del rencor colgado en las espigas de trigo, y viviremos mimando al sol y acunando al cielo cuando nos regale sus lágrimas de seda. Surquemos este arco iris de esplendor sobre las ramas secas del invierno libando la flor que nacerá en la primavera, amor.

Olearse por el viraje del viento nadando en labios cosidos.

No sé cuándo me ahogaré;

no es cuestión de medir las brazadas que me quedan,

sino de no callar en mis adentros las que siento.

Por eso, mis manos hablan a labios cosidos

aunque éstos no se abran.

Begoña Gamonal

Sin embargo, sé que también existen

labios hambrientos de mar

y sirenas que habitan en ellos;

habrá que dejarse

olear por el viraje del viento.

 

 

Begoña Gamonal

El dolor de la libertad

Volar sin miedo a caer, seguro del motor de tus alas  retadoras, prestas a surcar, con arrojo, el dolor de la libertad.

Arañas en las nubes

Y otra vez, volví a toparme con tus hilachas;

el seto quedó liberado, y los pinos, de tus nidos copados,

lucen tus cadáveres contigo incluída.

Volaste demasiado alto , araña,

en tus cumbres quedaste sepultada,

 envuelta en la crisálida,

atrapada por las huevas, entre mantas de seda.

En lo alto del pino

En lo alto del pino,

esta mañana te ví cantar.

Ibas retozando

de branca en rama,

distraído,

pirueteando de patas en alto,

jugando con la madeja

que la araña

había construído en la copa,

hasta que tus alas

se enredaron en su viejo telar;

el nido fue luego pasto

de orugas que adornaron

con múltiples filaturas

su hogar.

Al romperse el cascarón,

una momia disecada se precipitó al suelo,

llevándose tu canto por unos segundos
(pegaste un brinco de espanto).

La rama, al fin,

quedó libre de su pesada carga,

y la cepa vió cómo del cielo

llovían alimentos que incorporar

a su dieta de nutrientes.

08/1/2011 -Enero, un año más, un avance.

Si los libros dicen sobre tí.

Si los libros dicen sobre tí evitar dar noticias sobre enfermedades familiares, por qué no solo me dan la noticia, si no que me dejan convivir con la Sra. Alzheimer a diario?. Es que no saben que nadie se hará cargo de tí si falto yo?. Hasta en recibir ayudas estás detrás de las personas mayores cuya única patología es la vejez.
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Como surgida de las entrañas del océano, se me disipó el sueño que me tenía sumergida hace unos minutos con Morfeo, tras la lectura de un libro acerca de depresiones y otras hierbas.

Un avance, no positivo, sí esperado, predecible, previsto, probable. El Sr. Alzheimer ya no duerme en pijama, se desvela de madrugada y se viste con chaqueta y botas incluídas, tumbándose encima de la cama rehecha y con la luz encendida; esta escena ya se ha convertido en un auténtico hábito, así como la cada vez más frecuente descoordinación; hace tres días casi se ahoga sacándose el jersey, hoy ha estado un buen rato intentando meterse un jersey por los pies, hasta que la he descubierto y ayudado. También ha estado a punto de tirar la servilleta sucia (es inevitable por más que cada día le decimos "mamá, deja el plato, deja los cubiertos, no limpies la mesa con las manos, etc..) por el balcón, un buen basurero amplio y al aire libre.

También empieza a acusar ciertas manías con ciertas personas y recoger cualquier cosa que se encuentra delante suyo, esté o no esté bien ubicada. Ni qué decir sobre el desorden de su ropa o sus manías con los papelitos, por supuesto no ha mejorado. Se convierte en rutina investigar su habitación, esconderle las bragas, reordenarle los calcetines y, ante todo, olisquear como un gato su habitación para descubrir sus escondrijos así como otras prendas ocultas; me causa cierta risa irónica el que últimamente coge los frascos de colonia y los gasta a raudales sobre la ropa sucia, especialmente las bragas, para ocultarlas a mi olfato, cuando justamente su penetrante olor rápidamente me lleva al lugar de la sospecha donde guarda el premio. Pero lo peor es que la última nueva costumbre adquirida, es la de mojarse el pelo, ella lo llama "lavarse la cabeza" justo a la hora de irse a dormir, con lo cual, la lotería de pillar un auténtico resfriado este invierno se multiplica.

Su nivel de nerviosismo también va en aumento, necesita realizar algún tipo de actividad, pero cuál? una plancha es sumamente peligrosa; obviamente, ya no plancha, pero el problema no es que estropee la ropa, sino que no queme cualquier otra cosa, como el mantel que el pasado verano encontramos quemado al dejarla sola una hora en la que salimos a comprar, cuando yo estaba en un estado bastante deplorable.

Lo dicho: una depresión , según dicen todos los manuales, para curarse, necesita que el ambiente sea propicio. Me pregunto qué pasaría con ella si a mí me inhabilitasen . Supongo que al Estado no le interesa, ya que alguien tendría que hacerse cargo. Quizá sea por eso que las ayudas no llegan. Mañana será otro día. Buenas noches.
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La flor del beso

Cuando la flor

roza tus labios, se abren

todos sus pétalos.

Sólo pido un deseo

Para concluir este ciclo navideño,

 sólo queda pedir un deseo:

 no desaparezcas dentro del baúl de los recuerdos.

Descubierto

Se deshojaron

tus ramas, bajo un ojo

escrutador.

Amaneciendo,

una lagaña oscura

en tu pestañas.

Se deshojaron tus ramas,

a la vista

de mis ojos escudriñadores.

Con labios delicados

http://www.youtube.com/watch?v=1lrFRG-rJ8s&feature=related

Aferrarse a la huida fracasada,

o quizá fingida;

volver a la imagen rasgada

en un segundo de duda,

unida en el mismo intervalo de instante

en que empezó

a deslizarse por la fisura limpia,

para coserla

con labios delicados:

Amar sin remiendos.

Y mi vida sin tí

Mi vida sin tí es sentir que no siento, vivir sin sentido,

sentarse en silencio sin viento sobre el que hablar,

sin aire sobre el que existir, sin aliento para volar;

con ríos desiertos y desertificados,

sin mares donde naufragar y navegar,

con fases de lunas y áticos

donde volver a caer y no levantarse más, para qué!;

con días sin noches donde soñar,

con botes sin anclas que levar, sin palabras.

 

Qué triste sería estar sin tí!
Pero estás.