viernes, 27 de julio de 2012

No era nadie. Le ama porque no es nadie.





No era nadie. 
Hasta entonces no vio que le amaba porque no era nadie.
Creo que amo tu personaje. 
Y lo amo con el corazón tanto como a veces lo odio.
Amo el vacío que es, y el lleno que eres
el tono lánguido y espinoso, 
el alarido de ave herida e irredenta, 
el látigo del ególatra empedernido,
tu boca de tierno y sensible enamorado, 
tu pálpito inquieto y caótico
lo que me ha enseñado y me enseña,

amo su todo. Lo amo.
Amo un vacío y un lleno, un absoluto y un nada.
Un sincero no te amo, 
un honesto eres mi Reina bañado en calma.
Hasta ahora no vio manifiesto 
que le ama porque no es nadie.


jueves, 26 de julio de 2012

Blanco fundiéndose con blanco





De hueco el nido de reproches

sin tus apariciones.

Como si las emociones 
fuesen fantasmas desaparecidos.

Con el cuerpo desplumado
liberados los fantasmas 
sólo queda el vacío
el blanco fundiéndose con blanco, 
sin trazo ni borde,
el blanco y no hay nada
el blanco y el banco, hastío,
el banco
 sin hojas la rama.








domingo, 22 de julio de 2012

El sentimiento más simple del mundo



"Quisiera poder describirte con palabras más sutiles,
pero es que el amor es el sentimiento más simple del mundo".



En su caja de gracia y cuerdas roncas
una guitarra española
se pavonea cual gallina con plumas de ébano;
tu garganta seca y profunda 
arde en las castañuelas
de un locuelo virtuoso.
Amplio, gutural y generoso,
resuenan tus ansias de canto
entre labios de vino;
por tu mástil trastes de sed, 
aceite de oliva en aromas 
envuelven tu cuello resuelto.
Letras de mis ensueños
dentro de tu boca.

Tus versos, tú, verso, mi amor, 
los dedos 
que tocan la diapasón de mis notas.





jueves, 19 de julio de 2012

Perfume de esencia derramada por arte de nada.




(grabación de voz)


Un perfume derramado en el mueble 
abierto por arte de Egipcios
forma un lago rojizo sobre el barniz;
resbala y no cala, resbala y crece
y me atrapa con su piel de musgo.
El cuerpo es piel de alga,
algas que día a día pierden verde 
y ganan marrón.
Piel de alga y carne escamas 
exento de suavidad;
algas añejas, se escurre el verdor
por cada gota de amor perdido.
Allí perdí  la batalla años a, 
y aquí no sé bucear para evitar tu tizne profundo.
El diario sigue su ritmo de bicicleta sin pedales
a rumbo de inercia, empujado por los quehaceres,
facturas y obligaciones.
Anestesia. De bicicleta, nariz y algas
tus efluvios por la estancia, se adentran, 
y la conciencia en tus vapores se pierde.
El comedor apesta a Opium.



domingo, 15 de julio de 2012

Mi protectora


*Para Corsi*



Kathleen Battle - Tornami a vagheggiar


Vía Amalia Llorente (@llorentea - twitter)




Deseo
tirar por la borda
el plancton que me acompaña

de ti
que pertenece a Afrodita

y rescatar
las algas del mar adentro
de tu bondad de vida, Yemayá

tráelas hacia mi.

Las gaviotas sobrevuelan 
nuestros cuerpos de cotorra
los amaneceres
que juntas fuimos a la cueva
cuando en el camino
tu oscuridad me abordaba.


Corsi, ven a mi.



viernes, 13 de julio de 2012

Hojas de letras al son del aire



Sostienen las hojas manojos de letras.
Se sostienen por las ramas, a punto de troncharse
subterfigio del hastío, pesan sus mensajes
no se aguantan en sus cuerpos tullidos estrellados
una tarde de estío donde nada se sabe de cierto.

Un verso perdido se cae por el costado. Es prosaico.
Abatido se desplaza por la línea del sol hasta la frase.
"y tú qué sabes, mi amor!", le dice herido.
Es sencillo hablar si no se siente el peso de las emociones
si no sientes el aire, si para ti no es nada.

La base es aire donde nacen las creaciones
hasta irse de frase por las ramas;
así fue como el verso afrontó el primero la caída
y vio que tras el golpe, el suelo es sólo un comienzo.

sábado, 7 de julio de 2012

Fábula de la palmera y la cotorra- la premonición




Amalia Llorente: Para "Fábula de la palmera y la cotorra - la premonición" en Meditaciones y Sentimientos de Begoña Gamonal Flores

Claude Debussy, Prélude à l'Après-midi d'un faune





Una noche despertó sudando a mares no por el calor, sino por un presentimiento reiterado que se apoderó de su sueño.

Aquella felina que durante un tiempo compartió los mismos rincones del huraño, sus pasos y gemidos, sus hábitos y quejidos, incluso su plato y su cocina, su toalla y su bañera.
Al principio , de chiquita, todo eran ronroneos y carantoñas: su cama era un lecho de plumones que esperaban su tibia acogida en su pecho, ella era su gatita consentida que él personalmente alimentaba. No le faltaba ni su rancho de leche diario y fresca ni el permiso de su dueño de piruetear por encima de sus libros antiguos llenos de historia, reliquias de valor incalculable; cómo le gustaba pisotear sus tapas gruesas llenas de polvo!. Sus huellas se adueñaron de la piel del huraño y de sus sábanas, grabando todas sus pesquisas por la casa.

Y su cuerpo fue creciendo y creciendo. Ya no era tan divertido saltar por encima de los libros. Cada mañana al irse el huraño a trabajar, se asomaba al balcón y subía hasta el tejado para explorar nuevos territorios. Había noches que no volvía a casa del huraño.

El huraño se cansó de ella. Cuanto más mayor se hacía , más malhumorado y autoritario; su carácter era insoportable; muchas tardes al volver del trabajo, le esperaba para meterla en la bañera y torturarla con el cepillo; cuando se acercaba a la habitación, la echaba de malos modos. La culpaba de todos sus males y la acosaba psicológicamente de las debilidades de su carácter.

Dicen que los gatos tienen siete vidas. Ella decidió arriesgarse. Harta de la locura de un huraño que constantemente le repetía que le debía su vida , decidió lanzarse sin más. Aquella noche la cotorra sintió el salto de su amiga felina fuera del cuerpo, justo en el momento en que su coraza se estrelló contra el suelo, desde el balcón de aquel extraño huraño malhumorado que escribía poesía.

Pesadillas que la rondaban, la Justa tanteando sus sueños, andaba muy cerca.



viernes, 6 de julio de 2012

Fábula de la palmera y la cotorra- El retorno de la Cotorra Sabia




Volvió en un cálido día de verano

anoche, anoche vino

a hablarnos a nuestro banco.

y las baldas se guiñaron los ojos

prometiéndose no crujir

para escuchar el canto de su trino.

Unas hormiguitas se arrimaron

acurrucándose en mis patitas.

Los piojos dejaron de roer su cuerpo

para no recibir mis picotazos

mientras su pico recitaba con las manos,

y mis manos se enraizaban en sus alas.

Mece la idea su cuna de dulzor y pensamientos,

mira la luna el banco iluminado de palabras.


Eres tan dulce cuando tocas mis emociones

que duermen de paz abrigadas por tus plumas.

Y es que hacía tanto tiempo

que tu amor no se sentaba

en nuestro banco de la palmera,

mi cotorra sabia!



La cotorra sabia estuvo mucho tiempo separada de nuestra cotorra, que estaba deseando reencontrarse con él. Ella había vivido muchas vicisitudes que, de un modo u otro, años después la devolvieron al mismo punto de partida en el que se encontraron y conocieron. Su felicidad era tan intensa como temerosa, temerosa de los acontecimientos emocionales que pudieran volver a repetirse, temerosa de que los mismos la volvieran a separar de su cotorra sabia.

La situación, no obstante, había cambiado. Esos años sucedieron acontecimientos que modificaron sus quehaceres cotidianos, especialmente en la cotorra sabia. Si bien él continuaba su labor como habitualmente, su voz ocultaba un sufrimiento, un dolor que nuestra cotorra supo palpar sin enmudecer, y aunque intuyó la causa, no quiso saberla:


Dolor mudo,
tan profundo
 que no puede pronunciarse,
dolor sin brecha,
 dolor  sin grito ni grieta, 
más es dolor 
escondido tras de sí, 
moribundo. 
Alarido 
entre las entrañas y la lengua. 


A fin de cuentas, ella compartía ese dolor aunque su origen era bien distinto. Para ella, su retorno es el bálsamo que atenúa su dolor: hablar con su amigo es su mejor medicina, o, de nuevo, eso creía ella.

Mientras tanto, el tiempo fue pasando sus hojas entre días de sol y de sombras, antes de la tragedia que en breve iba a caerle. La Justa le estaba esperando...


jueves, 5 de julio de 2012

Campo de versos en mito


Amalia Llorente (@llorentea).
https://plus.google.com/u/0/116589813945508628505/posts/YBM6MZk2XVq


La Campanella Violine and Orchestra Ivry Gitlis
https://www.youtube.com/watch?v=V97yWbApDlw&feature=player_embedded






Ya no puedo escribirte, me cortaron las plumas


en el árbol donde la codorniz perdió tus huevos.

Engalané con tanto sentimiento su morada,

 que se quedaron a habitarla seres con vuelo.

nunca pensé que el tronco del sauce 

podría abandonarlo con tanta frialdad.

tampoco yo tuve talle de maceta.

los floreros marchitan las flores

a mayor velocidad que la sucia y turbia tierra.


Por el suelo, presas de los pájaros alimento, 

olivas pasadas ruedan por las baldosas de piedra.

Quién puede levantar un paraíso sobre cenizas

sin el ánimo que prende el estado de gracia de la ilusión?

porque una vez, imaginé que bastaba creer,

 y con esa emoción aboné mi campo de versos en mito.


Cualquier sentimiento va más allá de sus propias palabras

hasta contradecirlo,

aunque la incógnita del amor 

se regodea allí donde siente que no se dice.



miércoles, 4 de julio de 2012

La vie en rose de guau





Fue día el ladrido tierno de unos ojos cantarines con la cola agitada en perspectiva.
Enloquecido, no llegaba la boca a morderse la cola, no  habría repetición.
Hubo días nómadas de riquezas carnales. Luego quedó la ricura espiritual de carga
sin pensar que la andadura tendría límite de velocidad a 100 por vida
a 100 por vida con el mismo vehículo. Desgaste de neumáticos.
Así es la goma que nos lleva de viaje por los labios de un Ferrari.
Y de pronto, se encontró perdido en la otra punta de su mapa
emparedado y con un armazón rojo en la espalda.
Mordido en la pantalla del retrovisor por su boca,
temió que la próxima fuese la punta de su cola entre sus labios
expuesto en la matrícula delantera.
La cola ladra en labios delicados, cosidos por la realidad,
mordida por la mordaza de la vida.
Baila a gatas, no puede ponerse erguido de dolor,
se tornó cuerda maula a su empeine de vida rosa.



martes, 3 de julio de 2012

No puedo dejarte escapar, no me lo consiento.



Sabe que tu arte es porte de mi espacio,
paleta de emociones en construcción,
bandera de armisticio en territorio de espinas,
abanderado de pájaros
sobre mi inestable palabra 
que al amor rinde sus armas,
timón que navega bajo la luz que nace 
de tus ojos a mis ojos 
embestida de un amor tan salvaje 
como Divo de mis emociones.

Amor deriva y puente, salto y precipicio 
que no descansa 
y ama silente sin beso ni corriente, 
imprevisible en presente infinito.


Quiéreme despacito 
como despacio se quitan los bichitos 
de las plumas las cotorras
despiojarse es amarse 
en el dolor de arrancar lo que duele.
En este cometido me derivo y desverso 
sin más premisa 
que una frase hecha emociones
pues no quiero dejarte escapar, amor,
no me lo consiento.




lunes, 2 de julio de 2012

PODrÍamos soñAr?






 En un ataque de locura, cegada por la  ilusión, le dijo:
“Podríamos soñar? podría formar parte de algún proyecto contigo?”

Nunca el tercer pasado en solitario de ser
llegó al puerto de la ilusión.
Ni siquiera arribó a la orilla.
Ahogada en su marea de palabras fantasía,
vio cómo izabas bandera con lazo de aro a otra causa.
El barco astillado de la esperanza emitía burbujas de aire,
de aire y pena.

Hubo otras naves que a remolque tiraron de su barquichuela,
hubo proyectos improvisados de aparición sorpresa,
más el tuyo nunca nació para ese bote.

Muy pequeño para tu ancla de grandes cascos
donde los sueños pequeños no tienen cabida.