martes, 30 de noviembre de 2010

Amor decantado.


Amor decantado, aposentado, expandido, oxigenado,
listo para saborear en nuestros labios afrutados.
 
 

lunes, 29 de noviembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

Amor y palabras.



Ilustra la tarde la palabra y su entorno,
desleía en fragmentos tullidos,
donde el verso levigado se guarece desvestido.

Ilumina la tarde el despertar
de un te quiero reposado e infinito.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Agresión




Ingrávida en mis  manos,
la furia se escapa
entre los latidos y el carámbano
de la hiel,
inmune al agravio.

La acritud de la embestida permanece.


viernes, 26 de noviembre de 2010

Ventisca afilada



La armónica ventisca hilvana una canción dentro de tus laberintos, deleitada por tus vaivenes; tierna y afilada, confundida en el susurro de tus labios, desabrida.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Al ratón y al gato


Jugamos a la ratona y al gato: él, traidor por naturaleza, realiza sus rondas nocturnas ronroneando a placer por sus tejados, se pavonea ante las damas no conquistadas mientras vigila aparentemente indiferente las que son víctimas de sus encantos; ella, ratona astuta y pequeña, le provoca contoneándose con su lazo rosado poniéndose a tiro de su mirada esperando que dispare sus garras hacia ella en el momento en que otra gata anda celándolo; ilusos, ninguno de los dos prueba bocado. Por ahí les ven todas las noches soñando en acariciarse sin tan siquiera rozarse.
 

lunes, 22 de noviembre de 2010

Pirañas





Imagina una pecera llena de pirañas; yo soy un cebo, no un placebo; no es que tenga buen gusto, es que hace tiempo que me están esperando.

domingo, 21 de noviembre de 2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

Epitafio de mis huesos




Prepárame un lugar privilegiado,
allí, en el pico de la montaña,
descontaminado y fresco, rocoso
sin vegetación ni insectos,
donde proliferar más roca
con mis miembros deshuesados.
Así si por casualidad mi espíritu sobrevuela,
su horizonte será pausado,
tranquilo, puro y sereno,
 sin sobresaltos.


jueves, 18 de noviembre de 2010

Desubicada



Hace tiempo que no estoy, imperceptible, ubicada, encasillada, en ningún espacio. Vuelo de tiempo en tiempo sin lugar concreto, divago.

martes, 16 de noviembre de 2010

Unidos por el lenguaje



A través de las palabras, de los símbolos,
me siento unida a tu pensamiento,
a tus miedos e inocencias,
a tus trastadas y travesuras,
a tu conciencia y sentimiento,
a tu bondad y ternura,
a tu visión y cultura,
a tu ser,
a tí.


lunes, 15 de noviembre de 2010

Tus dátiles



Cuando me asomé a tu palmera, me miraste desconfiado y temeroso de acercarme demasiado a tu madriguera. Luego decidiste espantarme lanzándome tus dátiles: fallaste el tiro y acabaron estrellándose en el suelo, desperdigados.Las palomas y las hormigas se encargaron del resto.

Qué pensabas, que estabas tú solo en el parque?

sábado, 13 de noviembre de 2010

El beso de la muerte

Foto de Oscar Díaz- http://www.flickr.com/photos/elclan29/5173086474/


Con temblor, acercó su perfil al mío
y en un beso al oído prometió amarme
hasta calar mis huesos en la tierra.
Así nadie puede temerte.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Puede que


Puede que tú seas ojeroso y yo esté compungida,
que tú seas un genio y yo no pueda discipularte,
pero que adoro todo aquello que avisto
con el ingenio de mis circuitos,
que te amo con la locura que transita por mis venas,
de eso no me cabe duda.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Para atraer tu mirada

Ojo Sangrante


En la noche, mientras las luciérnagas parpadean sus destellos luminosos, el arco de mi iris vacía sus entrañas para atraer tu mirada con sus tonos violáceos.
                                                                               
                                                

Embajadores de los puertos.

DesembarcoDiscreto

Ave sagaz que vuela a media altura
para avistar desde los faros
los caballeros que prestos van a faenar,
rindiendo honores al mar
y protegiéndoles de la oscuridad
de las tempestades impetuosas y traicioneras,
envidiosas y altaneras 
de aquellos que se creen
embajadores de los puertos.
Para dirigir primero hay que gobernar la barca.
 
 
 

martes, 9 de noviembre de 2010

Cada palabra



Escribir es exhibir o esconder
lo que la palabra oculta muestra ,
un escenario mutuo, propio y ajeno,
donde el baile de interpretaciones
enriquece y acompaña
al baile solitario de nuestro interior.

Por ello, tomaré cada una de tus palabras
en su lugar exacto, su hueco ocupado
por su sintaxis correctamente ubicada,
con todos sus signos de puntuación,
para no perder un solo sentimiento,
una sola sílaba o expresión
de tu mirada.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Del verde al rojo mora el olvido




En la esperanza convertida en sangre,
donde quedó clavado el puñal,
allí mora el olvido.
 
Afortunadamente no guardo copia de la herida,
se la quedó el asesino
junto con el arma homicida original.
 
T.P. Rictus Mortis
 

Travieso y picajoso




Picajoso e irónico, me sorprendes. Será por eso que esta mañana te has quedado a gusto al tirarme los dátiles de la palmera, pillín. Zalamero, sabes que no puedo volar para cogerte por las plumas y darte un beso. (Sabes que tienes unas plumas divinas que yo no poseo).

sábado, 6 de noviembre de 2010

Y mira qué hora es!



En vigilias como ésta nutro mi espíritu de versos abiertos inscritos en horas clandestinas.

Y mira qué hora es!

jueves, 4 de noviembre de 2010

El sonido del mar


Cuando emerge la realidad entre las olas, la musa que me susurraba habitante del mar día a día se desvanece, desaparece la sirena imaginada. El desánimo florece y se arraiga silente en mis manos cada vez más engarrotadas, ya casi no puedo nadar. La ilusión se muere lentamente, no guardo tu voz ni la sentiré mañana, no hay señal.


El sonido del mar


Grabé la conversación de las olas chocando con la arena y las rocas frente al mirador. Allí esperé entre la espuma que se disolviese mi tristeza y emergiese una sirena cantando el paraíso de las emociones; en el mar, las olas seguían rompiéndose salpicando parte de su fuerza en agua y sal; en la oscuridad del cielo, sólo ví aviones.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Nuestro jardín el día de los Santos

Un comentario me llevó a visitar de nuevo nuestro jardín interior.
Recordé que guardo semillas bajo su tierra, poblada por hierbas según he observado hoy, recuerdas? aquellas que contienen nuestro amor.
Sigue siendo el jardín que juntos diseñamos mi padre y yo,
coronados arquitectos de nuestro mutuo proyecto, nuestro hogar.




Allí plantamos muchas flores y árboles frutales,
el limonero que no había modo de cuajar,
el ficus enano que se convirtió, tras dos años sin despegar, en gigante
y que aún no podemos sus raíces arrancar
de tan arraigadas que las mismas a la tierra penetraron.
Se resisten a desaparecer.
Tantísimos geranios de todos los colores llegaron a florecer,
 múltiples rosales de distintos tonos,
y los bulbos tulipanes que por todos lares diseminé.
Por supuesto no faltaba su ramo de hierbabuena y el captus esquinero,
este último sobrevive y se alza altanero
desafiando su cercano destino trágico.
Desapareció el Sauce llorón que se apropió de medio terreno,
propio y ajeno, todavía persisten sus raíces bajo suelo,
trabajo nos dió cortar su tronco lleno de gusanos, a punto de desvanecerse
y poder haber causado algún incidente externo en otro cuadrado delimitado.



Ya no queda rastro de las perfumadas damas de noche que embriagaban mi olfato en la oscuridad.
Cuántos años las disfruté junto al canto de las chicharras en verano
y las molestas picadas de mosquitas que evité con potingues de citronela;
 también recuerdo los primeros años
en los que todavía no existía el cuartel de bomberos al lado,
que disfrutábamos del concierto de ranas- aquí se llaman granotas-
al unísono con las chicharras acompañando nuestras conversaciones.





Tras su poda radical en navidad, he encontrado hasta flores espontáneas,
una margarita violeta preciosa, y las típicas flores amarillas silvestres que se expanden por doquier.
Todo el patio lleno de olivas, con sus baldosas romboides que diseñé, en el centro,
el único árbol conservado superviviente.

Allí cayó tu trozo de sol esta mañana, tu legado de que todavía sigue siendo nuestro jardín interior.
 

martes, 2 de noviembre de 2010

He aprendido a morar en el Mar



He aprendido a morar en las tinieblas de los sueños,

a porfiar las barreras del miedo,

a desafiar los acuerdos tácitos

de la conciencia que limitan mis mareas.






Desde entonces naufrago en las entrañas del mar

buscando la ausencia de tus versos.

Te encontraré y me hablarás,

y escribiré infinitos besos en las olas,
recuérdalo.