Brota como agua deshelada
a los pies de la primavera
brota en manantial
a sus manos sin pedirla.
Brota y en su brote
se suelta camino a tu cauce
brota y de invitada
en tu senda se descuelga.
El brote se hizo vereda,
la vereda afluente
de emociones habitadas,
de orillas pobladas;
todo fue fe de un horizonte de reflejo,
de mi fe en tu espejo.
Así fue cómo llegué a formar este improvisado riachuelo.
Una broma traviesa,
una musa amor
que del amor vio su propio rostro en el cristal
y en los cristales de su ensueño creyó ser.