Algo tiene la escarcha que se posa en la piel
de avidez estimulante,
de retorno de los sentidos
al instante real que nos zarandea
con su fría textura adherida al viento.
Vienes y no estás,
te quedas y desapareces
no quiero pensarte
mas te llevo
más allá de ti
como un perfecto conocido
cuando te encuentro
entre líneas de mi.
Sueña este río de versos
en tu rincón irreemplazable
donde convergen
las consistentes palabras
que me arraigaron adentro.
El frío despierta el momento
recuerda
el candor de su opuesto
mientras su helor
neutraliza la brasa del rescoldo.
Allí donde hubo amor habita la memoria
y más que la memoria, el mismo amor.