domingo, 17 de julio de 2011

En tu regazo



Sarah Chang - Chopin Nocturne Violin

Amalia Llorente (@llorentea - twitter)

&&&&&&


"Hay violines que tienen el maullido tan agudo como un gato. Esos me rasgan". Gracias, Amalia.




----------------------------------------------------------



Alimento
esa fatídica mirada verdigris de agua
que me pierde en tu regazo.

Sobre lo cierto y lo imposible
dentro del cuerpo mar erizado,
de islas recónditas y turbias olas
que atravesaste 
montado en un arco (iris).

Mírarte es mirarme
y reconocerte en mi temblor. 
A dos, navegamos. Amor.


6 comentarios:

  1. hola querida!

    Creo que el amor siempre es cosa de dos. Perderse es perderte y encontrarte todo a una.
    Mirar los ojos del mar y descubrir una isla en la que reposar abrazados.
    El amor es tan puro, como la mirada del que lo mira de frente.
    Me has hecho soñar querida :) ha sido maravilloso! jaja
    Besazos enormes y que tengas un hermoso-gran día :)

    ResponderEliminar
  2. Qué gata más chula!! Le preocupas a tu gata... eso es lo que dice su mirada verdigris ;) Muy chulo el poema. Un besazo!!

    ResponderEliminar
  3. "Sobre lo cierto y lo imposible
    dentro del cuerpo mar erizado"...

    Creo que esta vez soy incapaz de asociar tus inquietantes versos a la imagen. Mientras los ojos verdes miran para fuera tus palabra miran hacia dentro, y son mucho más profundas e inquisidoras que la de este bello felino desconfiado.
    Un beso y buena semana navengante de mares profundos.

    ResponderEliminar
  4. Buenas tardes, Emperatriz.

    A veces nos perdemos solos en nuestra propia isla imaginando que estamos acompañados. Y creamos un mundo de sentimientos de fantasía como el que sueña con princesas o con marcianitos.
    Los ojos del amor son nuestros ojos reflejados en la retina de otros ojos que en nuestro reflejo hacemos nuestros; esa mirada que mira de frente es nuestra mirada inventada, nunca confirmada. Una burbuja de aire vulnerable, asustadiza e inquieta como la mirada de este gato/a(no supe adivinar su sexo).
    Pero ttambién es una isla de dos corazones abrazados, una pérdida encontrándose en un mar de sentimiento.

    Eres la segunda persona que me dice que esta creación le hace soñar o le trae bellos recuerdos de amor. Eso no tiene precio, eso sí que no es una imagen que yo me imagino, me lo dice un tercero, no mi mente. Y no sabes lo feliz que me hace. Es curioso, uno cuando escribe nunca acierta a saber qué reacción va a causar, incluso pensé que transmitiría tristeza, ya que en realidad es un hecho de dolamor.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Buenas tardes, Chema!

    jejeje, no es mi gatita, pero como si lo fuese. En realidad ella estaba inquieta, desconfiada (instinto de supervivencia, hace bien. Con todo, no me tenía miedo, me acerqué bastante, era monísima). Siempre me han gustado los gatos, he descubierto que en el pasado ya escribía sobre ellos, hace muchos años. Una de ellas, un bebé-gatito, hizo una excursión espontáneamente conmigo en los Picos de Europa y todo (colgué fotos en el face).
    Sí, la verdad es que la mirada es inquietante y seria; yo creo que tenía un mal día, no? claro! como no le traje leche, la tía estaba cabreada conmigo...:P.

    Besos!.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Katy.

    Pues creo que sí que te has acercado mucho para no asociar a la imagen:-). Los gatos por naturaleza son desconfiados. Me atrapó la fijeza de su mirada,ya que era un gato/a muy joven; apenas se movió durante un largo rato, y no mostró gestos de alejamiento o miedo por mi cercanía. Sus ojos justamente, su mirada, me inspiraron a escribir un paisaje interior. Estas fechas, julio, representaron toda una serie de circunstancias singulares el año pasado, y es ahora que logro sacar algo de adentro, poco a poco, espero que con suavidad, y con mucho amor.
    Estos ojos son muy bellos, son preciosos, esta gatita es preciosa.

    Besos, Katy. Estoy encantada de tenerte ahora en twitter también, y ya sabes que cuentas con mi ayuda para introducirte en él, poco a poco.

    ResponderEliminar