Páginas
Etiquetas
jaspeando las grietas
(145)
interior
(85)
diálogos interiores
(73)
conciencia
(70)
Pasiones
(62)
blog
(62)
dolamor
(58)
Nuevos horizontes
(55)
amor
(54)
floramor
(51)
pálpito pleno mordaz
(49)
Meditaciones mortuorias
(46)
burlando el futuro
(41)
cotorreando
(36)
Cuentos narrativos
(32)
futuro
(32)
Naturamor
(31)
SauceLloron
(31)
Sueños
(23)
recuerdos
(23)
contemplaciones sobre el tiempo
(22)
haiku
(22)
observación
(22)
diálogos
(21)
dolor
(21)
amor por amor
(20)
paseos espectrales
(20)
nuevo alféizar 2014
(18)
pensamientos narrativos
(18)
Ideas
(17)
amistad
(17)
burlando la enfermedad
(17)
caída del puente
(17)
breves
(16)
deseos
(14)
crónica de una muerte anunciada
(13)
maramor
(12)
escena interior
(11)
incatalogable
(10)
Soliloquios cotidianos
(8)
presentimiento
(8)
contemplación
(7)
cambios
(6)
descubrimientos
(6)
gamarataga
(6)
de madrugada
(5)
gracias
(5)
galimatías
(3)
picamor
(2)
Lorena
(1)
caligrafia con tinta china
(1)
fantasia absurda
(1)
primavera
(1)
varios
(1)
A mi también me produce regocijo oirles y ver como acumulan con gran griterío cada ramita. Cuando veo un periquito, siempre recuerdo uno que me compró mi padre y que consiguió con paciencia que dijera mi nombre.
ResponderEliminarHoy con tu post me has traído cálidos recuerdos.
Un beso y buen finde
A veces, una extraña obsesión por permanecer en el tiempo hace que recojamos cada ramita y la coloquemos (con cuidado) bajo el nido de aquél cuyo corazón o cuya presencia es nuestro hogar.
ResponderEliminarEl efecto de tus palabras en mi corazón es siempre sorprendente :)
Besitos y pasa un buen finde! ;)
Buenas noches, Katy.
ResponderEliminarQué cosa más bonita despertar recuerdos agradables, disfrutando el presente, eso sí, pero no veo que haya que despreciar los recuerdos , verdad? Todos están ahí por algún motivo, todos nos enseñan algo.
A mí las cotorras me despiertan otra serie de sentimientos, los tengo más relacionados con mi pasado reciente y presente, mi transformación tras mi crisis, mi punto de inflexión.
Respecto a recuerdos sobre pájaros, yo recuerdo otros, a ver si me inspiro y escribo un poema. A mi padre le gustaban los pájaros de raza; mi abuela tuvo durante muchos años un canario amarillo del que recuerdo perfectamente su canto, y ya me he comprometido a , con mis escasos conocimientos musicales, pasarlos a notas y posteriormente pedir a un amigo lo revise para asegurarme de que las notas escritas son correctas, para dejar ese grato recuerdo en papel. Qué seríamos sin recuerdos, no?. Tendríamos Alzheimer.
Besos!
Buenas noches, Emperatriz!
ResponderEliminarpues mira por donde esta vez te has acercado mucho a mi versión original o simbólica:-). Es aquel sentimiento al que, cual las raíces de los sauces, nos resistimos a perder; es como el trabajo perseverante, la siembra constante, semilla a semilla, sobre el terreno.
Ramas que son partes de mis prolongaciones,
extremidades de mis emociones y sentimientos
ubicándose en tu territorio que siento mío,
y no siéndolo, como si lo fuera lo sueño.
Besos.
Construyamos nuestro hogar para compartir toda una vida... ¡Alguien da más!
ResponderEliminarUn beso
Buenas tardes, Javier.
ResponderEliminarAh, qué bonita tu visión!.
Cada rama, un ladrillo
cada viaje, un impulso
a edificar nuestra guarida
donde guardar los sentimientos.
Besos.