viernes, 11 de febrero de 2011

Tu mirada

Begoña Gamonal


Me mirabas.

Mirabas mi persistente manía por acumular ramas

bajo tu nido.

Buscaba,

buscaba que recordaras cada rama

que reescribo

y que llevo grabadas en mis plumas

como sello de mi estima

hacia tí.

Ver cómo te fijabas en mí

verte mirar mis brancas

me produce regocijo.
 
 





6 comentarios:

  1. A mi también me produce regocijo oirles y ver como acumulan con gran griterío cada ramita. Cuando veo un periquito, siempre recuerdo uno que me compró mi padre y que consiguió con paciencia que dijera mi nombre.
    Hoy con tu post me has traído cálidos recuerdos.
    Un beso y buen finde

    ResponderEliminar
  2. A veces, una extraña obsesión por permanecer en el tiempo hace que recojamos cada ramita y la coloquemos (con cuidado) bajo el nido de aquél cuyo corazón o cuya presencia es nuestro hogar.
    El efecto de tus palabras en mi corazón es siempre sorprendente :)
    Besitos y pasa un buen finde! ;)

    ResponderEliminar
  3. Buenas noches, Katy.

    Qué cosa más bonita despertar recuerdos agradables, disfrutando el presente, eso sí, pero no veo que haya que despreciar los recuerdos , verdad? Todos están ahí por algún motivo, todos nos enseñan algo.
    A mí las cotorras me despiertan otra serie de sentimientos, los tengo más relacionados con mi pasado reciente y presente, mi transformación tras mi crisis, mi punto de inflexión.
    Respecto a recuerdos sobre pájaros, yo recuerdo otros, a ver si me inspiro y escribo un poema. A mi padre le gustaban los pájaros de raza; mi abuela tuvo durante muchos años un canario amarillo del que recuerdo perfectamente su canto, y ya me he comprometido a , con mis escasos conocimientos musicales, pasarlos a notas y posteriormente pedir a un amigo lo revise para asegurarme de que las notas escritas son correctas, para dejar ese grato recuerdo en papel. Qué seríamos sin recuerdos, no?. Tendríamos Alzheimer.

    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Buenas noches, Emperatriz!

    pues mira por donde esta vez te has acercado mucho a mi versión original o simbólica:-). Es aquel sentimiento al que, cual las raíces de los sauces, nos resistimos a perder; es como el trabajo perseverante, la siembra constante, semilla a semilla, sobre el terreno.

    Ramas que son partes de mis prolongaciones,
    extremidades de mis emociones y sentimientos
    ubicándose en tu territorio que siento mío,
    y no siéndolo, como si lo fuera lo sueño.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Construyamos nuestro hogar para compartir toda una vida... ¡Alguien da más!

    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Buenas tardes, Javier.

    Ah, qué bonita tu visión!.

    Cada rama, un ladrillo
    cada viaje, un impulso
    a edificar nuestra guarida
    donde guardar los sentimientos.

    Besos.

    ResponderEliminar